Goles, gusanitos, resfriado y Negrita para todos.

Dormimos líderes. Esa es la conclusión más escuchada en el bus de vuelta del partido el cual ha sido una fiesta, dicho sea de paso.

Viaje tempranero, y es que los gatos nos poníamos en marcha a eso de las 8 de la mañana rumbo al estadio de Los Cármenes para coger el bus que nos llevaría a la localidad murciana de Moratalla. Tras el largo y tortuoso viaje por esas carreteras nacionales de Dios, comenzaba la búsqueda del bar más cercano, donde el amable posadero no tuviera los calzoncillos colgados en la ventana, cosa que a algunos les motivó a cambiar el rumbo, y dejarnos llevar por las señalizaciones de la fiesta rave de Paquirrín, que tuviera lugar meses antes en el pueblo.

Y no falló. La expedición encabezada por nuestro querido Pedro 'El Polaco' desembocó en un bar donde hubo cánticos, cervezas, y cubalibres destrangis. (y es que en los pueblos se dice cubalibres, y no somos nadie para cambiarlo.)

Con el hocico ya caliente y tras reverenciar al bus que traía a los jugadores al 'estadio', nos dirijimos camino al mismo, en procesión. Tras cruzar varias hectáreas de olivos (de los que deducimos que ninguno era nuestro) dimos con un auténtico futbolín de moqueta.

En lo que al partido se refiere, canguelo en la primera parte y machada en la segunda. No hay más. TariqSpecie por dos veces y Felipe García de penalti ponían el definitivo 1 - 3 en el marcador para jolgorio de la hinchada local, que tuvo que pagar su entrada de 11€ para ver el fútbol de pié al lado de una valla.

A la vuelta más autobús y más olivos. Algunos intentaron echar una cabezadica, pero el cuarteto del tren de la bruja estaba allí para truncar sus opciones cerrar los ojos unos minutos. Al final en Granada, cada cual cogió su escoba y voló hacia su cueva, en espera de recibir la próxima semana en horario dominical al Caravaca, donde a buen seguro nos jugaremos acabar el año como líderes del grupo IV de la Segunda División B.