Tuvimos una semanita con una actividad informativa fuera de lo habitual, y con un clima de incertidumbre, ya que no se sabía bien qué versión era más fiable acerca de la realidad del Granada CF, si la de la derrota en Ceuta o la de la goleada al Linares.
El Puertollano no conocía la derrota en liga. Había ganado casi todos los partidos y venía dispuesto a mantener sus cifras. A dos goles empatamos el año pasado en el primer partido de liga, con otros dos ganó en Los Cármenes 
en Enero, y nuevamente conseguía dos goles, sólo que esta vez el Granada, respondió con más chicharros. Granada, el equipo, no el jugador; otro que hace de la costumbre una obligación, mojando siempre que juega ante nosotros.
Aunque el partido se nos puso cuesta arriba con el primer gol castellano, pronto respondimos con un cabezazo de Jon Altuna llegado desde esa banda de lujo
en la que tenemos a Lafunte e Iván Candela, quien poco después conseguía remontar el marcador con un gol de crack. Este pedazo de fubolista y mejor persona, nuevamente demostró ser un caballero al disculparse ante los aficionados de su ex-equipo. Todo un señor.
Un Jon Altuna, muy participativo disfrutó de varias ocasiones antes y despues del descanso, y como no podía ser de otra manera con su gran calidad, llego el 3-1 el "gol de la tranquilidad". A partir de entonces con la salida de jugadores de ataque como Vicente, Ocaña y el recuperado Oscar Martinez, intentabamos optimizar los contraataques ante un Puertollano volcado en el ataque. Lo intentaron por tod
os lados, y tras el 3-2 el estadio pedía el pitido final, mientras los del Puerto, olvidando lo que tardaba Calleja en sacar cuando iban ganando, se encendían cuando jugadores como Suarez o Morales quedaban en el suelo tras entradas brutales que el árbitro no señalaba. Al menos estábamos de acuerdo en que el árbitro era más malo que la carne de pescuezo.
Con el pitido final se alejan ciertos comentarios que esperemos terminen de desaparecer tras ratificar esta imagen. La de un equipo que no se amilana ante un grande de la categoría, un equipo capaz de remontar y aun así seguir manteniendo la identidad del club: y es que si no sufrimos...
Esta vez, y sin que sirva de precedente, los gatunos en lugar de cerveza, lo que llevábamos entre pecho y espalda eran tortas de la virgen. Un partido por la mañana no será óbice para enco más. Hasta un ilustre como Paquito dntrarnos todos en la grada una jornadae Rock&Gol, es capaz de "madrugar" un domingo y plantarse en el campo. Con los ojos peor que el Pirri, pero en su sitio.
Ya no hay marcha atrás, y se nos acabaron los viajes difíciles como Ceuta y Melilla. Por lo pronto ya están gestándose los desplazamientos ante Lucena y Betis B, asegurando así buena presencia gatuna.
VIVA EL GRANADA CF
SEMPER FIDELIS