
Se vuelve a repetir la historia de la semana pasada. Dos partidos seguidos en casa, y dos copias idénticas. Un equipo con un presupuesto bajo, que viene a encerrarse y perder tiempo, aprovecha las pocas ocasiones que tiene, y marca un gol apenas separado por 10 minutos y 10 metros del que consiguió el Écija, encontrando en ambas ocasiones a un Granada CF bloqueado e incapaz, al que le puede la presión .

Tal y como venía en el guión, los antequeranos jugarían muy atrás, estarían concentrados en no dejar huecos e intentarían perder descaradamente todo el tiempo posible. Así fue, y esta vez inquietaron menos la meta local que los astigitanos, aunque Felix tuvo que detener algun que otro balón envenenado.
Las jugadas de ataque para los rojiblancos llegaron por la banda de Iván Candela, que con u

na buena actuación destaca sobre el desconcierto generalizado.
En un contraataque de los visitantes en la segunda parte, Javi García se vió obligado a parar en falta al delantero, tras ver una tarjeta roja, vimos marcar a los antequeranos, quedándo alguno con esta cara, con su correspondiente planta.
Aun con un hombre más, los blanquiverdes siguieron cerrando atrás impidiendo las esporádicas jugadas granadinas, que tampoco eran demasiado concretas.

No es hora de las cuentas sobre donde nos habrían puesto estos puntos perdidos en casa ni de más cuentos de la lechera. Es el momento de poner una solución a esto por el bien del Granada CF.
El próximo partido, ante el Betis B supondrá un desplazamiento con una contundente previa de varios días, en la que algunos gatunos y pakistas podrán difundir abracicos y granadinismo a granel... que sea lo que Dios quiera...
VIVA EL GRANADA CF

SEMPER FIDELIS