Dicho lo cual, vamos con nuestra crónica, la gatuna. Y es que un arrebato poco meditado nos hizo meternos en un bus directo a tierras manchegas con apenas 24 horas de planificación. La presencia de la Copa del Mundo y la camiseta del Granada CF en el concierto de Azrael, hicieron más fácil tomar la decisión.
El desembarco frente al Carlos Belmonte trajo consigo la rápida búsqueda de algo de líquido que refrescara nuestros sedientos gaznates. Y allí estaba, como puesto para nosotros, todo un Hipercor, repleto de señoritas que deseaban nuestra victoria, quizás por despacharnos sin más preámbulos vista la personajada que llevábamos encima, sombreros de paja, boinas y banderas rojiblancas incluidas.
Una vez pisamos la calle, nos vimos en los aledaños del Hipercor y con un par de botellas de ron bajo el brazo. Estaba claro, botellón y previa al canto. Tras departir un poco sobre la jornada liguera, y valorar el producto femenino manchego como se merece llegó sin darnos cuenta el momento cumbre del día. Salío del hipermercado una familia con un carricoche repleto de bolsas, de la que por azar del destino se desprendió una bolsa de magdalenas... afortunadamente la visión de lince del Paras permitió diferenciar cuantas de ellas cayeron de pié, procediendo a su rápida identificación y posterior ingesta. Sí, tocamos fondo, pero fue apoteósico.
Mientras celebrábamos el éxito obtenido, un encargado de seguridad nos invitó a que marcháramos de allí. Intentamos sacarle de su error, convenciéndole de que no estabamos ingiriendo bebidas alchólicas algunas, incluso rellenando la copilla, pero fue inútil. Entonces se le preguntó por el resultado del Hércules - Barça, pero parecía que el pinganillo de la oreja no cumplía la función de transistor. Eso en pleno siglo XXI es un atraso.
Finalmente, si llegamos a una conclusión más o menos clara es que en Albacete no hay farmacias. En pleno subidón de nolotiles, tuvo que ser la Peña Los Cármenes quien surtiera a Chavi de medicamentos para combatir el dolor de muelas.Al final sacamos algo positivo de viajar con la juventud…
Tras el partido, y perdonen que soslaye 90 minutos de auténtica vergüenza, nos disponíamos a hacernos la foto con la Copa del Mundo, pero fue imposible. Un dispositivo especial de seguridad, orquestado por la policía nacional, nos lo impidió. Así que al bus y para casa. Otras 6 horas de viaje, con cara de bobos. Gracias cracks!!
El desembarco frente al Carlos Belmonte trajo consigo la rápida búsqueda de algo de líquido que refrescara nuestros sedientos gaznates. Y allí estaba, como puesto para nosotros, todo un Hipercor, repleto de señoritas que deseaban nuestra victoria, quizás por despacharnos sin más preámbulos vista la personajada que llevábamos encima, sombreros de paja, boinas y banderas rojiblancas incluidas.
Una vez pisamos la calle, nos vimos en los aledaños del Hipercor y con un par de botellas de ron bajo el brazo. Estaba claro, botellón y previa al canto. Tras departir un poco sobre la jornada liguera, y valorar el producto femenino manchego como se merece llegó sin darnos cuenta el momento cumbre del día. Salío del hipermercado una familia con un carricoche repleto de bolsas, de la que por azar del destino se desprendió una bolsa de magdalenas... afortunadamente la visión de lince del Paras permitió diferenciar cuantas de ellas cayeron de pié, procediendo a su rápida identificación y posterior ingesta. Sí, tocamos fondo, pero fue apoteósico.
Mientras celebrábamos el éxito obtenido, un encargado de seguridad nos invitó a que marcháramos de allí. Intentamos sacarle de su error, convenciéndole de que no estabamos ingiriendo bebidas alchólicas algunas, incluso rellenando la copilla, pero fue inútil. Entonces se le preguntó por el resultado del Hércules - Barça, pero parecía que el pinganillo de la oreja no cumplía la función de transistor. Eso en pleno siglo XXI es un atraso.
Finalmente, si llegamos a una conclusión más o menos clara es que en Albacete no hay farmacias. En pleno subidón de nolotiles, tuvo que ser la Peña Los Cármenes quien surtiera a Chavi de medicamentos para combatir el dolor de muelas.Al final sacamos algo positivo de viajar con la juventud…
Tras el partido, y perdonen que soslaye 90 minutos de auténtica vergüenza, nos disponíamos a hacernos la foto con la Copa del Mundo, pero fue imposible. Un dispositivo especial de seguridad, orquestado por la policía nacional, nos lo impidió. Así que al bus y para casa. Otras 6 horas de viaje, con cara de bobos. Gracias cracks!!