Tras unas horas de darle vueltas a la cabeza, uno sale con una conclusión más o menos clara. No nos quedemos con el resultado, que hoy hemos disfrutado, joder.
Y es que, como pasará más de una vez este año, la peña ha estado dividida en el desplazamiento. Unos en el Villamarín, (me niego a invocar a Donmanué) y otros en frente de sus respectivos televisores.
A los primeros no los hemos podido a través de la pantalla, quizás esa sea otra novedad de jugar en Segunda, a quién le importa que se desplace masivamente una afición. Y es más, ¿qué entendemos ahora por "masivamente"?.
Una vez localizados a través del teléfono móvil nos cuentan que andan tirados en una cuneta por no saber que la lucecita naranja del panel indica POCA GASOLINA. Se cumple así otra tradición, quedarse tirados en el primer partido del año (Cuenca y Sevilla 2 veces). A parte de esta negligencia humana, no faltó en Heliópolis el típico viejo que nos persigue desde Algeciras, Écija o Baza y que nos recuerda que la capital de Andalucía no es más que otro pueblucho de segundabé al grito de "¡Puta Granada!" y cosas por el estilo.
Por su parte, los de "La Cofradía del Puño", como nos han descrito los gatunos viajeros, nos hemos tenido que conformar con verlo por la caja tonta. No sé que se habrá sentido en aquel palomar bien llamado "La Jaula", pero cuando aquí se ha visto salir al Histórico, con la rojiblanca horizontal y con los narradores de GolTV poniéndonos de equipo grande, a más de uno se le han saltado las lágrimas. Y no era para menos, el Granada está donde le corresponde, entre los grandes.
Para el recuerdo, haber cantado nuestro primer gol profesional por primera vez (o tras 22 años, para otros), el haber echado una quiniela con un 2 fijo en la casilla 14, haber sintonizado el satélite para ver esas rayas horizontales, por aquello del blanco y negro. A cada uno le ha tocado la fibra algo distinto y, aunque al final el resultado haya sido amargo, quédense con lo vivido, y con el que Domingo que viene nos visita el Valladolid. Otro grande, que viene a medirse a un aspirante a todo.
Buenas noches.
Y es que, como pasará más de una vez este año, la peña ha estado dividida en el desplazamiento. Unos en el Villamarín, (me niego a invocar a Donmanué) y otros en frente de sus respectivos televisores.
A los primeros no los hemos podido a través de la pantalla, quizás esa sea otra novedad de jugar en Segunda, a quién le importa que se desplace masivamente una afición. Y es más, ¿qué entendemos ahora por "masivamente"?.
Una vez localizados a través del teléfono móvil nos cuentan que andan tirados en una cuneta por no saber que la lucecita naranja del panel indica POCA GASOLINA. Se cumple así otra tradición, quedarse tirados en el primer partido del año (Cuenca y Sevilla 2 veces). A parte de esta negligencia humana, no faltó en Heliópolis el típico viejo que nos persigue desde Algeciras, Écija o Baza y que nos recuerda que la capital de Andalucía no es más que otro pueblucho de segundabé al grito de "¡Puta Granada!" y cosas por el estilo.
Por su parte, los de "La Cofradía del Puño", como nos han descrito los gatunos viajeros, nos hemos tenido que conformar con verlo por la caja tonta. No sé que se habrá sentido en aquel palomar bien llamado "La Jaula", pero cuando aquí se ha visto salir al Histórico, con la rojiblanca horizontal y con los narradores de GolTV poniéndonos de equipo grande, a más de uno se le han saltado las lágrimas. Y no era para menos, el Granada está donde le corresponde, entre los grandes.
Para el recuerdo, haber cantado nuestro primer gol profesional por primera vez (o tras 22 años, para otros), el haber echado una quiniela con un 2 fijo en la casilla 14, haber sintonizado el satélite para ver esas rayas horizontales, por aquello del blanco y negro. A cada uno le ha tocado la fibra algo distinto y, aunque al final el resultado haya sido amargo, quédense con lo vivido, y con el que Domingo que viene nos visita el Valladolid. Otro grande, que viene a medirse a un aspirante a todo.
Buenas noches.